EL CAPÍTULO DEDICADO A CASO EN LA OBRA ASTURIAS, de BELLMUNT Y CANELLA

          

     “Y el nombre del municipio, que nos evoca la dominación romana, y la casa de la Torre con su gloriosa tradición de la Edad Media, y el escudo municipal con su procedencia casi divina, son las únicas y más luminosas huellas históricas en un pueblo de tan típicas y primitivas costumbres”. Este es uno de los párrafos que escribe Eladio G. Jove en el capítulo dedicado a Caso, que forma parte de la obra Asturias: su historia y monumentos, bellezas y recuerdos, costumbres y tradiciones, el bable, asturianos ilustres,… (1894-1900) dirigida por Bellmunt y Canella. Y si bien ya entrado el siglo XXI son muchos más los datos que podemos ofrecer, conviene rendir un homenaje a este trabajo.

   La obra fue publicada en fascículos, que se editaron en forma facsimilar en 1987 por la editorial Silverio Cañada, repartida en tres tomos. Además del comentario de algunos temas generales, se dedica un capítulo a cada municipio, del que se explica su naturaleza, historia, parroquias, hijos ilustres y otras curiosidades. Las descripciones están ilustradas con imágenes en blanco y negro, además de hermosos dibujos para el caso de los escudos heráldicos. Sus directores fueron Octavio Bellmunt y Fermín Canella. El primero vivió entre 1845 y 1920 y fue médico, escritor, fotógrafo y músico, un polígrafo que dedicó su atención preferente a los temas asturianos, llegando a formar parte de la Real Academia de la Historia, de la de Bellas Artes de San Fernando y también de la de Medicina. Fermín Canella era cuatro años más joven y murió cuatro años después que su compañero. Fue también un gran intelectual: profesor, catedrático universitario, abogado, escritor y también rector de la Universidad de Oviedo y cronista oficial de Asturias. Con esta obra, ambos se propusieron editar una obra coral -participan en ella otros grandes intelectuales- inspirada en el afán enciclopédico ilustrado del siglo XIX.

   El autor del capítulo dedicado a Caso es Eladio G. Jove, nacido en el concejo de Laviana en 1859. Simultaneó su profesión de médico con el estudio de las letras y la historia, convirtiéndose en un gran erudito local. Para la obra Asturias no solo escribió el capítulo de Caso, sino también los dedicados a concejos hermanos como Laviana, Bimenes, Langreo, Mieres y Sobrescobio.

   Tanto Eladio G. Jove como sus compañeros utilizan el lenguaje ampuloso propio del siglo XIX, por lo que los textos resultan un poco recargados para los lectores actuales. Son, sin embargo, de lectura recomendable para los estudiosos de la historia o del pasado en general, por dos razones: al tratarse de autores eruditos, citan frecuentemente a autores y cronistas del pasado, cuyos nombres pudieron haberse omitido en publicaciones generales posteriores; además, se refieren a documentación y también monumentos artísticos que desgraciadamente desaparecieron durante la revolución del 34 y la guerra civil posterior. 

   El capítulo dedicado a Caso fue publicado en 1900, por lo que aparece en el tomo III, entre las páginas 233 y 240. La ilustración que da inicio al texto representa una versión del escudo del apellido, que acabó identificando al concejo. Se trata del escudo partido tradicional, timbrado con corona real, cuyas figuras principales son la cruz y el toro, que en este caso no es rampante.

   El texto informa sobre el medio físico, natural, la evolución histórica, la cultura, el arte y los personajes ilustres. García Jove muestra su admiración por nuestras montañas y “laderas de roca bravía y desnuda”, a las que compara con “palacios encantados que aún habita el rey moro”. Confiesa que de niño lo imaginaba como una “región fantástica, lejana y fría”, cuyos bosques servían de cobijo a los druidas. 

  Describe a los casinos como “despejados, inteligentes, de espíritu aventurero y muy hospitalarios”, aunque también reconoce que son muy pocos los que logran regresar de América con alguna fortuna. De entre estos, menciona a los hermanos de las Traviesas Valle, de Caleao, también a Patricio Sánchez, de Tanes. Junto a ellos, tiene un apartado el que se conoció como “Cazador de Caleao”, de nombre José González, nacido en 1734, quien llegó a vivir en la corte de Carlos IV como cazador. 

   Es muy interesante el análisis del patrimonio arquitectónico conservado a finales del XIX. Por ejemplo, en Tanes, la ermita de la Magdalena, alzada “sobre la solitaria carretera y oculta por castaños centenarios” y la iglesia parroquial que surge a la salida del pueblo “arrogante y severa”; la vivienda señorial de la familia de los Cobos en la parroquia de Sobrecastiello; la casa de la Torre en Campo de Caso, que entonces tenía una puerta en forma de arcada y también un torreón. 

   La casa consistorial es descrita como “un moderno y severo edificio”, pues databa de 1896. Estaba situado “en el enlace de las carreteras de Laviana e Infiesto” y su construcción había sido financiada por casinos residentes en Cuba, con el apoyo del alcalde Gaspar de las Traviesas y el secretario Francisco Alonso Miguel. También aparecen datos estadísticos, como la cifra de 5.900 habitantes, de los que 225 habitaban en el Campo y Veneros; el presupuesto municipal de 40.458 pesetas; la suma de contribuciones de los vecinos en 48.661 pesetas; los trece concejales que había en el ayuntamiento y la división de éste en dos distritos municipales. 

   Un último detalle referido a la existencia de siete escuelas elementales, cuyos maestros debían ser diligentes en el trabajo pues García Jove señala que “casi todos (los casinos) saben leer y escribir y se expresan con facilidad y soltura en lenguaje bastante correcto, predominando el castellano sobre el bable”. 

   Este texto sirvió de base a publicaciones posteriores, como la que dedicó Oliva Armayor al concejo, que fue publicada en la Gran Enciclopedia Asturiana en 1977 e inspiró, sin duda, el que forma parte del Gran Atlas del Principado de Asturias, de 1996. Su lectura es una ventana al pasado de nuestro concejo, una ocasión excepcional para aventurarse, por unos minutos, en un tiempo desaparecido para siempre jamás.