UN PASEO POR LA CAPITAL DEL CONCEJO, CAMPO DE CASO
La capital del concejo de
Caso es una villa -el título fue otorgado por Alfonso XIII-, que presume de su
carácter elegante. Sin perder la impronta rural propia de un pueblo de montaña,
El Campu ofrece una imagen vinculada a su carácter de centro
administrativo y de servicios. También es un pueblo dotado de cierto carácter
monumental, al que contribuyen las casas de indianos repartidas por el caserío.
Este, a su vez, está repartido en barrios: Arrobiu, Pandu, la Teyera, les
Fragües, Barru, Quintana, Barriquín y Capellín.
Podemos comenzar el paseo en el
Centro de Interpretación del Parque Natural de Redes (El
Llanu) al que se accede desde la carretera general, subiendo por una rotonda que
se encuentra a la salida del pueblo en dirección al puerto de Tarna. Se puede
visitar la exposición permanente del Centro, también disfrutar del área situada
en sus inmediaciones. En la misma zona del Llanu están las instalaciones de la
piscina municipal, abierta los meses de julio y agosto.
En el descenso hacia la
carretera general, se puede contemplar la casa de la Torre, cuya estructura
contrasta con la mayor parte del caserío del pueblo. La casa se encuentra
rodeada de cedros y abetos de gran altura, testigos del paso del tiempo.
Tomando la carretera a la
derecha, se llega a la plaza del ayuntamiento, que fue construido después de la
guerra civil, al igual que muchas de las viviendas del contorno. Se puede
continuar hasta la plaza del Mercáu -en la actualidad con una función
comercial- o bien seguir la carretera hasta la salida del pueblo, en dirección
a Oviedo. Es un agradable paseo que permite disfrutar de las muestras de
arquitectura indiana, también de otras edificaciones de estructura más noble y
estilo arquitectónico más depurado que el de la mayoría de las casas del
concejo.
Poco después de la iglesia
-también construida después de la guerra civil- y a la altura de la casa del Cruce,
se puede tomar la carretera en dirección a Infiesto. En ese punto se hallaba
antaño el ayuntamiento, y hoy se encuentran Les Escueles Viejes,
dedicadas a servicios administrativos. Si se prosigue, se dejará a la izquierda
el Centro de Salud y obtendrá una vista del caserío del pueblo, muy
interesante. Una pista arranca a la izquierda de la carretera y lleva al Barru, pasando al lado de una hermosa casa, la de la Lastra.
Sin embargo, la forma más
habitual de acceder al Barru es desde la carretera general. Antes de llegar a sus
últimas casas, se puede tomar una pista que conduce a la parte más alta y, por
tanto, la más soleada del Campu. La pista llega hasta la cima del pueblo y permite
recorrerlo en su contorno, atravesando también el Barriquín, donde se ha
construido recientemente otra que enlaza directamente con la que accede desde
la carretera general. Las casas adoptan en su mayoría la morfología campesina,
también se conservan hórreos -uno, por ejemplo, al lado de “La Casona”- y en la
zona de confluencia entre el Barru y el Barriquín, un bebezón para el
ganado.
El paseo es agradable y
conviene realizarlo a pie, pues así se disfrutará mejor de la hospitalidad y
amigabilidad de los habitantes del Campu, de la contemplación de las bellas
montañas que rodean el pueblo y, cómo no, de los ricos manjares que ofrecen los
restaurantes de la zona.
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