MUJERES Y HOMBRES ILUSTRES EN EL CONCEJO DE CASO

Un repaso a las figuras más conocidas, dedicado a María Isabel Aladro (Nené)  

                           Recuerdo a Juan José Calvo Miguel en el I.E.S. de Sotrondio (San Martín del Rey Aurelio) que lleva su nombre.

En el concejo de Caso podemos presumir de una larga relación de hombres y mujeres ilustres, que por diversas razones han destacado en el ámbito cultural, profesional, académico o empresarial. Incluí sus nombres en mi trabajo Rasgos culturales del Parque Natural de Redes y hoy les doy cabida en mi blog.

Escribir esta relación no fue difícil: leí a Eladio García Jove, por supuesto, y pregunté a quien era una fuente inagotable de información, Ramón Blanco Isoba. También me ayudaron María Isabel Aladro y María del Carmen Inés Fuenteseca. ¡El resto, está en los libros!

 Algunas de las primeras figuras son legendarias. Otras aparecen citadas en las Crónicas de los Reyes de Castilla y según avanzamos en el tiempo, van apareciendo más referencias, y de mayor fiabilidad.

  Hermelinda, madre de Mauregato (rey de Asturias entre el 783 y el 788). Seguro que García Jove leyó al Padre Flórez en Memorias de las Reinas Católicas, donde escribe “Fuit natus (mauregatus) de ancilla quaedam de Caso”. Aurelio de Llano la llama “Sisalda o Hermelinda”, y la define como “hermosa esclava que conquistó el corazón de Alfonso I, de quien tuvo un hijo, Mauregato, que reinó del año 883 a 889. La tradición asegura que Sisalda vivió en aquella torre (se refiere a la Torre del Campo). No existen datos que demuestren históricamente la procedencia casina de esta dama.

 Suero Binieres (o Buyeres) de Caso: se trata del personaje al que la leyenda vincula con la victoria de Don Pelayo en la Reconquista; su existencia tampoco puede ser demostrada

 Suero de Caso: vinculado estrechamente a la corte de Alfonso VI, fue uno de los seis jueces que intervino en el proceso que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, llevó a cabo contra sus yernos, los Condes de Carrión.

Don Pedro, Don Jimeno, Don Bernardo, Don Gutierre de Caso y Ordoño Álvarez, citados en las Crónicas de Alfonso VI, doña Urraca, Alfonso VII, Fernando II y Alfonso IX

Martín Díaz de Prado, a quien Alfonso VII concedió el señorío de la villa de Tarna y de la iglesia de Sta. María de Velerda en 1180.

Álvar Díaz, que fue Caballero y “Grande del Reino”. Participó en la Batalla de las Navas de Tolosa y por los méritos contraídos en ella obtuvo la merced de Orlé y la Encomienda de Caso y Siero.

 Juan de Caso Nava y Miranda, Caballero del Hábito de Santiago y Regidor Perpetuo, autor de un Memorial sobre la genealogía de su familia. Vivió en el siglo XV y también ostentó el cargo de representante del Principado en las Cortes reunidas en Ocaña.

Nuño Pérez de Caso, Maestre de la Orden de Calatrava.

Pedro Álvarez de Caso, Comendador de la Orden de Alcántara.

Fray Alejo de la Soledad, de Abantro, recoleto de San Agustín, maestro de su Orden, doctor y catedrático en Salamanca y Provincial de Castilla durante el reinado de Carlos III.

Catalina de Caso, que tradujo varias obras del francés en el siglo XVIII.

En el Catálogo de Don Alfredo Basanta de la Riva, concerniente a los Expedientes de Pleitos y Probanzas de la Sala de los Hijosdalgo que se halla en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid y que fue estudiado por Doña Oliva Armayor, aparece la mención de los “hijosdalgo” o hidalgos de Caso en el siglo XVIII, entre los que figuran:

-       Antonio Aladro (Govezanes y Bueres,1767)

-       Cipriano Aladro (Govezanes y Bueres,1767)

-       Juan Aladro (Campo de Caso, 1767)

-       Juan Francisco (Campo de Caso,1619)

-       Domingo González (Coballes,1537) y

-    Alonso de Vega (Campo de Caso,1566).

Otros personajes más recientes, son:

José González, el “Cazador de Caleao”, que nació en el año 1734 en Brañafría. García Jove escribe que de él se contaba que a los 12 años ya había matado “doce rebecos, y a su muerte, 80 osos y muchos lobos, rebecos, corzos, zorros y otras alimañas”. Su fama llegó a la corte madrileña, siendo reclamado por Don Carlos IV, gran aficionado a la caza, para convertirle en su cazador particular. Pero José no fue capaz de adaptarse a las ceremonias cinegéticas que imponía el protocolo real, regresando a su tierra “trayendo una escopeta… y se dice que, ciertas exenciones y prerrogativas para la compra de municiones” y muriendo con gran estrechez en 1817.

Doña Oliva Armayor le apellida Prida, vinculándolo con el “Privilegio de Caso”, de la forma siguiente: habiendo participado en una cacería en la que también estaba el rey, logró tal cantidad de piezas que provocó un gran entusiasmo en el monarca. Éste le dio la oportunidad de pedir una gracia, y el cazador “consciente de las dificultades que su concejo tenía para el abastecimiento de alimentos para los ganados, sobre todo en la época invernal, pidió también paso franco para que los casinos pudieran ir con sus ganados a la marina y, además, la posesión del Puerto de Contorgán para los vecinos de Caleao, gracias que el rey le concedió”.

 Juan de las Traviesas Valle, de Caleao, quien se convirtió en un rico comerciante y consejero del Banco Español en La Habana. Fue diputado provincial por Laviana en varias ocasiones, cargo desde el que prestó importantes servicios al concejo de Caso. Murió en 1886.

Gaspar de las Traviesas Valle, hermano del anterior y también rico comerciante, que falleció asesinado en su casa de Caleao en 1896. Fue nombrado Caballero de las Órdenes de Isabel la Católica y del Mérito Militar. Durante muchos años ejerció como alcalde del concejo. Tiene una entrada en la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 14, página 33).

               Patricio Sánchez, de Tanes. Adquirió una considerable fortuna en Cuba, con la que siempre trató de favorecer a su pueblo.

En el siglo XX, fueron muchos los casinos destacados, tanto por la labor que desarrollaron dentro del concejo como fuera de él.

Manuel Miguel de las Traviesas, sobre el que existe una detallada biografía publicada en por la Real Academia de la Historia en su página  https://dbe.rah.es/biografias/76005/manuel-miguel-de-las-traviesas. Allí leemos que nació en 1878 en Caleao, se licenció en Derecho en la Universidad de Oviedo, estudió también en la Universidad de Berlín, se convirtió en un profesor y durante la República, fue elegido como vocal del “Tribunal de Garantías Constitucionales”, falleciendo en Oviedo durante la Guerra Civil. También se le dedica una entrada en la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 14, pág. 33) que aparece erróneamente incorporada, pues debería encabezar por Miguel, su primer apellido, y no por Traviesas. 

Raimundo Prida: Nacido en Tarna, emigró a Cuba, donde amasó una importante fortuna. Ya de regreso en España, compró en Campo de Caso el solar donde existían los restos de “La Torre”, construyendo un edificio que hoy está catalogado como muestra de arquitectura indiana. Fue padre de seis hijos, uno de los cuales (Manuel García Miguel), llegó a ser presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de Madrid, y otro (Alejo García Miguel), socio fundador de la “Sociedad Casina de Buenos Aires”, de la que falleció siendo presidente.

Raimundo Pascual, bibliotecario de la Diputación Provincial de Oviedo. Era apreciado por el especial recibimiento que hacía a todos los naturales del concejo, lo que motivó que fuera conocido en la capital del Principado como “el padre de los casinos”. A él se debe la edificación de lo que fue el “Bar el Cruce”, en la villa capital del concejo, cuya calle principal llevo en el pasado su nombre.

Patricio M. Vega Pérez: También emigrante en Cuba. Participó como militar del Ejército español en la Guerra de la Independencia desarrollada en el año 1916, llegando a ostentar el grado de teniente. A su regreso a España, se convirtió en juez de paz del municipio.

 Fernando Martínez Quintana, quien emigró a Estados Unidos, llegando a ocupar una cátedra en una universidad del estado de Virginia.

Juan José Calvo Miguel, nacido en diciembre de 1900 en Campo de Caso, en cuya escuela pública comenzó su aprendizaje a la edad de cinco años. Estudió después en el colegio de Padres Jesuitas de Navarra y llegó a obtener una triple licenciatura en Derecho, Química y Filosofía en la Universidad de Oviedo. En octubre de 1925 fundó la Academia “San Martín” en Sotrondio (San Martín del Rey Aurelio), después llamada “Escuela Calvo”. Formó a cientos de estudiantes y en agradecimiento por su labor, se propuso su nombre para el instituto de Enseñanza Secundaria de Sotrondio.

Y, refiriéndonos a un pasado más reciente, no podemos pasar por alto la figura del médico Eloy Gaspar Diego González, que nació accidentalmente en Pola de Laviana, en el año 1943, como hijo y nieto de casinos naturales de Orlé (por parte de Eloy, su padre) y de Caleao (por la de Concha, su madre). Muchas fueron las coincidencias que para siempre vincularían a Gaspar con el concejo de Caso, aparte de su procedencia familiar: el médico que atendió a su madre en el parto fue Severino Ramos-Sabugo, padre del futuro alcalde del concejo, Javier Ramos-Sabugo; realizó sus estudios de Bachillerato en la Academia de Sotrondio de Juan José Calvo Miguel, estudió Medicina en Valladolid y llevó a cabo una fecunda carrera profesional en el Hospital Central de Asturias y el Instituto Nacional de Silicosis, prematuramente truncada en 2000. 

Y para finalizar, dos mujeres en el elenco:

Sara Amandi Marqués, alcaldesa de Caso hasta la Guerra Civil. Emigró a Cuba y, desde allí, se trasladó a la República Argentina.

 Oliva Armayor. Nacida en Caleao, fue catedrática de Enseñanza Media y una fecunda investigadora sobre temas variados referidos a la cultura del concejo de Caso: transcribió el famoso Privilegio, recogió múltiples refranes y dichos populares, elaboró importantes estudios de carácter etnográfico… convirtiéndose en una referencia ineludible para cualquier trabajo desarrollado en estos campos. Le hemos dedicado un post en este mismo blog https://elbiendelcielonosviene.blogspot.com/2020/08/una-mujer-sabia-en-recuerdo-de-oliva.html